Reconocimiento, reducción y redistribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados en América Latina y el Caribe
Objetivo
Modificar las responsabilidades de cuidados integrales para crear empleos de calidad.
Reconocimiento, reducción y redistribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados en América Latina y el Caribe
ONU Mujeres y AECID impulsaron sistemas de cuidado integral para apoyar a quien lo necesita y promover la equidad de género y los derechos humanos, al reconocer, reducir y distribuir estas tareas, principalmente realizadas por mujeres, con una perspectiva intercultural.
En América Latina y Caribe trabajan entre once y dieciocho millones de personas en la prestación de estos servicios, mayoritariamente de manera informal (77 %). La crisis de la covid-19 evidenció la insostenibilidad actual de las condiciones laborales de estas trabajadoras ya que muchas de ellas se vieron obligadas a cambiar su ocupación.
La relevancia de este desafío está reconocida en el ODS 5.4 de la Agenda 2030. De ahí que América Latina lo haya incorporado progresivamente, aunque de forma heterogénea, a las prioridades públicas.
A través de los sistemas integrales de cuidados se planteó la superación de la pobreza y la reducción de las igualdades. Así, este proyecto rompe el circulo vicioso de la exclusión y la pobreza para transformarlo en beneficios económicos y sociales a través de la mejora de la calidad de vida de las personas gracias a cuidados de calidad, el aumento de la participación de las mujeres en el mercado laboral formal y la generación de empleo de calidad e incremento de ingresos del Estado.
El proyecto se inició en Perú, como país piloto, para avanzar en la Implementación de Sistemas Integrales de Cuidados en otros países de América Latina, en cumplimiento del Compromiso de Buenos Aires, documento acordado en la XV Conferencia Regional sobre la Mujer, organizada por la CEPAL, como hoja de ruta fundamental.